Consejos para el aseo del bebé recién nacido

La llegada de un recién nacido al hogar es un momento muy ilusionante y emocionante, pero también despierta algunas dudas en las familias. Durante los primeros días y meses de vida, los bebés requieren un cuidado constante y muy atento en determinados aspectos. A continuación, repasamos una serie de hábitos de higiene para dar a los recién nacidos el confort y la seguridad que requieren. 

Los recién nacidos son muy vulnerables y requieren una atención muy rigurosa y delicada. Por ello, es habitual que los padres y madres sientan muchas dudas a la hora de llevar a cabo los primeros cuidados de su bebé.                             

La incertidumbre es muy comprensible en la primera etapa de la vida de los bebés, pero con algunas sencillas recomendaciones, las dudas pueden desaparecer y el momento de aseo e higiene puede convertirse en una oportunidad para conectar con el recién llegado.

Para llevar a cabo la higiene de los pequeños, se deben abordar distintos ámbitos de su cuidado. 

Los primeros baños del bebé

El primer baño de los recién nacidos debe hacerse siempre a partir de las 24 horas de vida y la frecuencia puede variar según cada caso: se puede hacer cada día o cada dos.

Las consideraciones más importantes para tener en cuenta a la hora de bañar al bebé son
01 y 02:

• La temperatura ambiente debe ser agradable, con entre 22ºC y 24ºC, en un espacio que debe permanecer cerrado para evitar corrientes de aire.
• El agua también debe tener una temperatura adecuada, entre 35ºC y 37ºC. Para comprobarla, se recomienda sumergir el propio brazo por la parte interna, puesto que es la más sensible.
• Antes de empezar, es importante comprobar que se tiene a mano todo lo necesario, ya que una vez el bebé está en la bañera no se puede dejar solo ni un instante.
• La bañera no se debe llenar en exceso, unos 15 o 20 centímetros, y la duración del baño no debería alargarse más de unos minutos para que no se enfríe el agua.

¿Cómo se limpia el cordón umbilical?

Otra duda habitual en los primeros días de vida del bebé es cómo debe limpiarse correctamente el muñón del cordón umbilical. Este sobrante se desprenderá a las dos o tres semanas de vida, pero mientras no lo haga es importante asearlo de forma adecuada para prevenir infecciones. 

El cordón se debe limpiar desde el primer día y no hace falta usar ningún producto especial, más allá de agua y jabón. Aun así, existen algunos pasos que los progenitores o cuidadores deberían seguir 02:

• Lavarse bien las manos antes y después.
• Limpiar el muñón con agua y jabón.
• Secarlo cuidadosamente para evitar la humedad en esa zona. Se recomienda hacerlo con el uso de una gasa.

Además de estas medidas, también es importante dejar el muñón fuera del pañal y potenciar su contacto con el aire libre, para acelerar el secado y evitar la humedad o el contacto con substancias irritativas 01. 

En el caso de detectar mal olor, supuración o un color rojizo en o alrededor del ombligo, es vital consultar al pediatra para descartar cualquier posible infección 03. 

Lavar la cara de los bebés

En general, se recomienda lavar la cara del bebé con agua limpia y sin jabón, aprovechando los momentos previos o posteriores al baño. Sin embargo, algunas partes delicadas requieren un cuidado especial y específico.

Cuidar la nariz de los bebés

El momento de limpiar los mocos de los recién nacidos puede ser complicado, puesto que les resulta molesto y acostumbran a oponer cierta resistencia o reaccionan con llanto. Para facilitarlo, se aconseja hacerlo después del baño para aprovechar el vapor que se haya podido producir para disolver la mucosidad 3. 

Existen distintos métodos para extraer los mocos de los bebés y es importante encontrar el que resulta más cómodo tanto para ellos como para los cuidadores, puesto que esta limpieza se debe hacer de manera regular para asegurar la correcta respiración del bebé.

Cuidar los oídos de los bebés

El oído de los recién nacidos es muy sensible y es importante evitar ruidos o sonidos intensos. Más allá de esto, tienden a producir un cerumen de color amarillento que les sirve para proteger el oído de posibles agresiones. Por esa razón, es preferible no retirar esta cera y, en el caso de detectar una textura o color anormal, acudir al pediatra.

En cambio, sí que se recomienda limpiar la parte exterior del oído, la oreja, evitando bastoncillos y otros elementos alargados. El mejor momento es después del baño y se recomienda hacerlo con una toalla o paño húmedo, de dentro hacia fuera 02 y 03.

Cuidar los ojos de los bebés

Durante los primeros meses de su vida, los bebés producen más mucosidad que los adultos, no sólo en la nariz, sino también en los ojos. Para limpiar esta zona delicada, se recomienda usar toallitas estériles o gasas húmedas 03. 

Higiene de uñas de los recién nacidos

En sus primeros meses de vida, los bebés tienen las uñas de las manos y los pies suaves y flexibles. Sin embargo, como todavía no controlan sus movimientos, es importante no dejar que crezcan de más para evitar arañazos accidentales.

Para hacerlo, se recomienda limar las uñas en lugar de cortarlas, puesto que los dedos son muy pequeños y los movimientos de los bebés imprevisibles. El mejor momento para llevar a cabo esta acción es después del baño, aprovechando el reblandecimiento de las uñas 04. 

Cómo y cada cuánto cambiar el pañal

En general, los recién nacidos mojan entre 6 y 8 pañales al día y acostumbran a deponer una vez tras cada toma. Por ello, es aconsejable revisar el pañal cada dos horas, como mucho, para evitar que las sustancias estén en contacto con la piel durante demasiado tiempo. De esta forma, se previenen infecciones comunes, como la dermatitis del pañal.

A la hora de limpiar la zona, se puede usar una esponja con jabón suave o toallitas húmedas con pH neutro y se recomienda pasarlas suavemente desde delante hacia atrás. Antes de poner el pañal limpio, es muy aconsejable dejar que la piel del bebé se seque al aire libre para evitar que se concentre la humedad en esta zona delicada.

Además, cuando los bebés presenten un poco de irritación fruto de la fricción con el pañal, se recomienda usar cremas que actúan como barrera para proteger la piel de los recién nacidos. En el caso de que quede crema sobrante del último cambio, no es necesario retirarla 01 y 05. 

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Referencias: